Apreciadas Belén, Magdalena, María Teresa, y Lulú

Con mis hermanos y toda la familia, queremos agradecerles de manera muy especial, por acoger con tanto cariño a nuestra hermana María Cristina, durante todos los años que permaneció allá.
Gracias por brindarle un hogar, cuidarla con esmero y tener tanta paciencia con ella.
Fue muy grato para nosotras las veces que fuimos a visitarla, encontrar un hogar tan acogedor, y con personas tan amables, serviciales y entregadas al cuidado de las personas mayores.
Que Dios les pague con muchas bendiciones para ustedes y sus familias por cuidar con tanto amor y entrega a María Cristina.
La Santísima Virgen las cubra con su manto y las acompañe siempre.
Reciban un cariñoso abrazo
Beatriz Mejía de Velásquez.